lunes, 23 de julio de 2007

Así o más burla

El domingo pasado mientras observaba como cualquier televidente sin otra mejor que hacer Buscando a Timbiriche, la nueva banda me sorprendieron los constantes ataques al ahora ex alumno Jorge Quintero, quien la semana pasada había estado en el cuadro de honor y por consiguiente recibido como premio un viaje a la Riviera Maya.
Durante éste, los alumnos Eduardo, Diego y Jorge –de acuerdo con las versiones de la producción– cometieron anomalías en el avión en el que viajaban robando los cinturones de seguridad, a tanto fue culpado Jorge como responsable del acto por lo cual, fue reportado por conducta con riesgo de salir si el público no votaba lo suficiente por el.
Durante la transmisión los regaños y constantes ataques al joven de 22 años no cesaron al punto de que "la mesa de creadores" no paró de pedir su salida y las calificaciones apuntaban a reportarlo nuevamente esa noche, dejando totalmente de lado el talento de Jorge, quien anteriormente formó parte de Rabanitos verdes, grupo creado por Luís de Llano.
Sí aquel hombre visionario que anteriormente le había dado una oportunidad en una agrupación de adolescentes le satanizaba de la manera que daba más coraje la forma en que era tratado que lo que había hecho ¿cómo alguien que sabía perfectamente el comportamiento de Jorge en giras, conciertos y por demás el talento que demostró durante su estancia en el reality le sentenciaba a salir del mismo? Junto con los demás jurados.
Pero ¿Qué no los integrantes originales en múltiples entrevistas han confesado haber hecho atrocidades? Borracheras sin fin, peleas y humillaciones o que no recuerdan como trataban a Eric al principio o a Lolita Cortes en Vaselina, pero ¡claro! Ahí los adultos no veían nada, no se daban cuenta y nadie salió por mala conducta del grupo.
Belinda quien fue la invitada de honor en esa emisión cuestionó “¿Por qué son tan crueles?” y tal vez me atrevería a contestarle –el show, es el que ha ganado y matando poco a poco el talento– y tu misma has contribuido a él, alabando constantemente a Yurem por lo simpático que es.
Es importante mirar el panorama musical actual –que por demás está de en crisis, basta recordar la situación de la piratería en el que México se encuentra en el tercer lugar a nivel mundial– pero las exigencias del público han cambiado sobreviviendo en su mayoría grupos o cantantes con talento y que además tocan, componen y cantan matando una cara bonita o una figura escultural.
Los grupos coreográficos han muerto para dar paso a bandas de rock pop, entonces ¿Realmente queremos puro show como Yurem o alguien que realmente cante como Jorge?
Realmente nos creemos la historia en la que se contradijo Televisa y la emisión dominical al decir que habían encontrado evidencia del robo en las pertenencias de Jorge para después decir que todo se había devuelto a la aerolínea ¿por fin? ¡Pónganse de acuerdo!
El problema no para ahí, al ver el desagradable espectáculo circense en que estaban convirtiendo a Jorge dándole dos amonestaciones y reportándolo automáticamente ¿Quién nos mostró las reglas?, decidí llamar para evitar su expulsión ya que estaba en total desacuerdo en lo que sucedía.
Pero ¡Oh sorpresa! El número al que debía llamarse no estaba activado y sólo después de mucho insistir pude votar, como televidente eso me provoca una pregunta ¿Por qué querían sacar a Jorge? Acaso ¿todo fue premeditado, producido?
Lo que si es verdad es que al menos a mi no me gustaría ver o escuchar un concierto en el que a Yurem se le olvidara la letra de la canción o diera tremendos alaridos que ocasionen un dolor tremendo de cabeza, pero si a un chico agradable y afinado como Jorge, piensen que es lo que realmente queremos escuchar.
Se que el programa no es el mejor pero como un concierto es agradable como manual de comportamiento ético no lo es y los jóvenes no deseamos sermones sino música que es la que domina y transforma al mundo, ¡Piénsenlo!

Homenaje a un grande, Diego Rivera

Con alcatraces, pinturas de Diego Rivera en las paredes y girasoles sobre agua adornando el pasillo principal del Centro Cultural Muros de Cuernavaca Morelos dieron inicio los eventos en el Homenaje a Diego Rivera.
A las once de la mañana del viernes seis de julio, Guadalupe Rivera, hija de Diego y Guadalupe Marín, fue la figura principal para comenzar con el programa de celebración a 50 años de la muerte del pintor mexicano.
Sus memorias y vivencias constituyeron la plática que Walter Astie-Burgos, internacionalista, generaba con cada pregunta. Señalada como hija de comunistas, Guadalupe Rivera tuvo una infancia difícil, pero determinante en su ideología de izquierda influida por su padre, que era miembro del Partido Comunista Mexicano.
Al ser hija de un gran artista, la pregunta esperada llegó “¿Por qué no fuiste pintora como tu padre?” Astie-Burgos cuestionó, “Para ser mala pintora como Frida mejor me quedo en mi casa” fue la repuesta emitida por Guadalupe Rivera quien además recordó haber reprobado dibujo en la secundaria.
A pesar de esta respuesta que provoco risas y debate entre los asistentes, remembró la buena relación que sostuvo con Kahlo, quien era su confidente de tristezas e intimidades además de ser quien comunicaba sus necesidades a su padre.

Sueño de una tarde dominical en la alameda central
Posterior a la amena plática que se duró poco más que de una hora, los asistentes a la primera jornada en el homenaje que se ha organizado en la Ciudad de la Eterna Primavera se proyectó un video sobre el mural Sueño de una tarde dominical en la alameda central.
Este mural retrata segmentos de la historia de México y en él aparece Diego en un autorretrato, así como también Frida Kahlo, y sus hijas, Guadalupe y Ruth. Rivera crítica el racismo, esta obra es ejemplo de su trabajo destinado al retrato social.

El mural, historia
Como parte de la creación de expectativa entre los asistentes Magdalena Zavala, directora del Museo Casan Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, presentó una investigación sobre el origen e influencias del mural “Río Juchitán”, así como de algunas de las peripecias que conforman la historia que concluyó con la revelación del mismo en el jardín de Muros.
La particularidad de este mural esta determinada por su bidimencionalidad, es decir, las dos caras que lo componen “invitando al espectador a girar y mirar la imagen” añadió Susan Grilo, directora de Muros.
El tamaño de este mural es de ocho metros con cincuenta centímetros por un metro con cincuenta centímetros y fue realizado en mosaicos venecianos –técnica que fue utilizada por primera vez por José Chávez Morado en lo que hoy en día es la Torre Dos de Humanidades en Ciudad Universitaria– la cual, hace resistentes las obras a las inclemencias del tiempo.
La casa ubicada en Cuernavaca en la que fue concebido “Río Juchitan” perteneció a Carlos Lazo, arquitecto encargado de coordinar los trabajos de la Ciudad Universitaria, proyecto del que fue desplazado Rivera tras una discusión con Miguel Alemán, relato de Raquel Tibol que desató la risa de los presentes en la ceremonia de develación al no querer contar las causas que pudieran espantar a las mujeres asistentes.
Este mural se realizó ante la petición de Santiago Reachy, productor de cine y socio de Cantinflas, quien posteriormente vendió la casa a la familia Suárez, propietaria del Mural que ante la nueva comercialización de la misma se encargó de desmontar la obra para trasladarla al Hotel de México.
Cuando este desapareció para convertirse en el World Trade Center, el mural es almacenado en una bodega durante 20 años, lapso de tiempo que se mantuvo oculto al público, de quien Rivera consideraba que era arte, de la gente.
“El arte no es arte si no se comparte” recordó las palabras de su abuelo el licenciado Marco Suárez, secretario de turismo, quien además señaló que la exposición de este mural constituye un atractivo turístico más para la ciudad.
“Río Juchitán”, es una obra que emerge del amor de Rivera hacía Tehuantepec, en el que se da valor a los oficios y al matriarcado, sistema predominante en la región. El río como una zona de convivencia social y del agua como una solución para la vida.
Grilo remembrando las palabras de Juan Pablo II, señaló “todos los artistas tienen en común la distancia entre las obras de sus manos por bien logradas que sean y la perfección de la belleza percibida en el fervor del momento creativo. Lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu”
A 50 años de su muerte “Diego Rivera es un pilar de la cultura mexicana, una columna de sostén de lo que somos ahora” afirmó su hija, y para comprobarlo, sólo basta mirar su pintura, observar sus murales y perderse en la doble cara del “Río Juchitán” para contemplar el esplendor de su alma.

De una bodega al jardín central de Muros



Tras 20 años de permanecer en una bodega el mural de Diego Rivera “Río Juchitán” o “Baño de Tehuantepec” fue restaurado y develado el viernes 6 de julio para que el público pueda disfrutarlo en el Centro Cultural Muros de la Ciudad de Cuernavaca Morelos como parte de los eventos programados en el Homenaje a Diego Rivera.
Raquel Tibol, periodista y critica de arte, fue la invitada de honor, quien durante su aportación aclaró lo dicho por algunos historiadores sobre el año de origen de la obra, “Este mural fue diseñado, pintado y llevado a mosaico en 1953” afirmó.
El doctor Marco Antonio Adame Castillo, gobernador del Estado de Morelos se dijo contento por el acontecimiento “he venido a expresar mi reconocimiento y a invitar a la comunidad a que se acerquen a Muros, a esta ventana esplendida de nuestra belleza cultural”.
Susan Grilo, directora de Muros, declaró “es uno más de los regalos para la humanidad y la historia del arte mexicano del artista Diego Rivera”. El mural, propiedad de Manuel Suárez, estará expuesto en este lugar durante cinco años, tiempo por el que ha sido prestado con la posibilidad de que se prolongue.
Foto: Susan Grilo, Raquel Tibol y Marco Antonio Adame Castillo